Es casi una costumbre hablar mal de los politicos. Pues gente tan seria como los científicos tienen un record no muy diferente: (Tomado de una publicación on-line llamada PLOS ONE Journal Information:
Dos investigadores cometieron el 25% de los fraudes científicos
Por Daniel Mediavilla
Evolución del número de artículos publicados (negro),
retractados por fraude (rojo)
y por error (azul).
Dos investigadores cometieron el 25% de los fraudes científicos
Por Daniel Mediavilla
Evolución del número de artículos publicados (negro),
retractados por fraude (rojo)
y por error (azul).
Un estudio trata de explicar por qué el fraude científico
se ha multiplicado por diez desde 1975
En 1936, Ronald Fisher, uno de los padres de la ciencia
estadística moderna, publicó un artículo de 26 páginas en el que criticaba otro
trabajo científico de 1866 escrito por un monje austriaco titulado Versuche über Pflanzenhybriden.
El religioso en cuestión era nada menos que Gregor Mendel y en su artículo explicaba
sus experimentos sobre cruces de plantas con los que fundó la genética. Según
Fisher, “los datos de la mayoría si no de todos los experimentos” habían “sido
falsificados para coincidir fielmente con las previsiones de Mendel”. La
controversia sigue sin cerrarse con claridad y muestra cómo
la preocupación por el fraude científico es casi inherente a la ciencia desde
sus orígenes.
Sin embargo, algunos análisis recientes indican que se está
produciendo un incremento preocupante en la anulación de artículos científicos
por distintos tipos de fraude y mala práctica. Según un artículo
publicado en la revista PNAS en octubre del año pasado, el fraude
científico se ha multiplicado por 10 desde 1975. Ese estudio mostraba además
que la gran mayoría de los trabajos retirados no se debían a errores sino a
engaños intencionados de sus autores. Otro estudio elaborado por Thomson
Reuters para The Wall Street Journal señalaba que, mientras el número
de artículos publicados en revistas científicas solo ha crecido un 44% desde
2001, el de artículos retirados se ha multiplicado por 15.
Ahora, un grupo de investigadores —entre los que se
encuentran los autores del artículo que señalaba el incremento de la retirada
de trabajos científicos de las revistas en PNAS— ha tratado de
dar alguna explicación a este fenómeno. En la revista PLoS One indican
que las anulaciones de artículos de autores que sólo han tenido que retirar uno
de sus trabajos son más comunes y tienen más relevancia que la de los
profesionales del fraude, sin embargo ofrecen un dato que sugiere que los
grandes defraudadores también han tenido un gran impacto en la anulación de
artículos. En 2011, solo dos investigadores, el anestesista alemán Joachim Boldt y el investigador japonés de cáncer
Naoki Mori, fueron responsables del 25,9% de todos los artículos
retirados.
Al menos un 2% de los investigadores habrían cometido fraude
al menos alguna vez en su carrera, según un estudio
En relación a estos defraudadores en serie, el artículo
señala la gran cantidad de tiempo que requiere cazarlos y eliminar sus
publicaciones. En 2000, se observaron anomalías en los resultados del
anestesista Yoshitaka Fujii. Han sido necesarios más de diez años para que
se retiren 17 de sus artículos y existen más de un centenar bajo sospecha que
podrían acabar saliendo de las revistas en las que fueron publicados
próximamente.
Varias
explicaciones
Además de mencionar la influencia de estos investigadores, los autores del estudio ofrecen
varias explicaciones al incremento del fraude. Por un lado, apuntan, puede
significar no solo que se engañe ahora con más frecuencia sino que se esté
detectando mejor el engaño. Hasta 2002, eran necesarios de media más de cuatro
años (49,8 meses) para detectar un artículo fraudulento y retirarlo. Desde
2002, ese tiempo se ha reducido a menos de dos años (23,8 meses). “Esto sugiere
que las revistas están retirando artículos más rápido que en el pasado, aunque
algunos artículos recientes que requieren ser retirados aún no han sido
reconocidos”, escriben en su artículo.
Por otro lado, hay nuevas causas para retirar artículos que
se han incorporado en un periodo relativamente reciente. El primer artículo
anulado por fraude fue publicado en 1979 y el primero que lo fue por tratarse
de una publicación duplicada apareció en 1990.
En los últimos años se ha reducido el tiempo desde la
publicación de un artículo fraudulento hasta su retirada
Entre los datos optimistas, los autores indican que las
revistas con un factor de impacto mayor detectan y retiran con mayor celeridad
los artículos fraudulentos. En el anterior artículo publicado en PNAS,
se había descubierto que de todas las revistas analizadas, las más influyentes
y respetadas como Science y Nature son
también las que tienen más artículos anulados por fraude. Este dato, como en la
interpretación de la información general sobre plagio, no tiene por qué
significar que sus filtros sean burlados con más frecuencia sino todo lo
contrario. Además, como resulta obvio, los trabajos publicados en las grandes revistas
son sometidos a un escrutinio mucho mayor por muchos más científicos en todo el
mundo que en las de menor impacto.
Pese a las explicaciones más o menos optimistas
que los autores ofrecen para el aumento del fraude en los últimos años, ellos
mismos recuerdan que este fenómeno tiene una presencia importante en la ciencia
y es necesario un esfuerzo continuado para reducirlo. Varias encuestas dan
motivos para creer que el fraude total es mucho menor que el detectado. En una
encuesta entre 163 profesionales de la bioestadística, por ejemplo, el 31%
reconoció haber colaborado con un proyecto fraudulento a lo largo de su carrera
y un 13% afirmó haber recibido propuestas directas para cometer fraude a lo
largo de su carrera. En un metaanálisis de 21 estudios que englobaban las
respuestas de 11.647 científicos se concluyó que el 2% de los científicos
habían cometido fraude al menos una vez a en su carrera. “Si estas cifras son
creíbles, hay muchos más artículos fraudulentos que aún no han sido retirados”,
concluyen los autores
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